Ya he hablado de la importancia de definir las metas adecuadamente.
Para llegar a buen puerto hay que iniciar el camino con un objetivo, especifico, medible, alcanzable, realista y con un tiempo definido. Son las 5 características S. M. A. R. T.
Definir los objetivos siguiendo estas características allana el camino para alcanzarlos, pero nos podemos encontrar con excusas, la mayoría de veces autoimpuestas, que nos alejan de la meta.
Tenemos un montón de responsabilidades diarias, aveces hasta podemos llegar a generarnos más para evitar hacer aquello que nos habíamos propuesto.
De manera que posponemos las tareas que voluntariamente nos habíamos planteado para lograr el objetivo, y en su lugar nos tomamos un descanso para desconectar de las responsabilidades del día. Nos sentamos a ver la tele.
Y, ¿por qué motivos aplazamos las tareas que nos hemos propuesto hacer?
1. Impotencia ante la complejidad.
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Hemos definido una tarea que nos abruma por su complejidad, así que encontramos un montón de excusas para evitar realizar la tarea.
Esto lo único que provoca es desánimo.
Para evitar esto lo mejor es descomponer la tarea compleja en subtareas.
Hace dos semanas Omar Carreño escribió en su blog Análisis Realista sobre este tema. Os dejo el link de su artículo, Simplifica procesos o ¿Córtalo en pedacitos?.
Como dice en su artículo, cualquier tarea es divisible. Puedes encontrar subtareas para descomponerla de manera que la ejecución de las partes no resulta tan compleja.
2. Pereza.
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Aunque se trate de una tarea propuesta por uno mismo, hay ocasiones en las que sentimos pereza.
Durante este año, que he aprendido y estoy aprendiendo un montón de cosas, he tenido varios momentos en los que no me apetecía nada revisar mi situación financiera ni revisar los gastos.
Es algo que he decidido, que sé perfectamente por qué y para qué lo hago pero aun así la pereza aparece.
Para evitar dejarse llevar por la pereza necesitas fuerza de voluntad y tener presente el objetivo.
Por eso se recomienda tanto que los objetivos los escribas y los dejes en un lugar visible para que no se olviden. Además de que deben ser unos objetivos que te motiven realmente.
3. Falta de motivación
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Si el objetivo que nos hemos marcado no está realmente unido a un poderoso motivo para alcanzarlo, entonces es muy posible que quede como un bonito sueño. Un, me gustaría hacer esto, cuando tenga tiempo lo haré, cuando consiga el dinero suficiente invertiré. Y ese momento no llega nunca.
La falta de una verdadera motivación nos provoca pereza entre otras cosas.
Así que busca el verdadero motivo que te impulsa a logar tu meta, O mejor dicho, piensa lo que quieres, aquello que realmente es tu motor y propón tu objetivo acorde a ese impulso.
4. Estoy abrumad@. No sé como ni por donde empezar.
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Este puede ser un motivo muy poderoso para postergar tus metas. Hay tantas cosa por hacer que no ves como empezar.
Voy a utilizar una expresión que ya utilice en agosto cuando enuncié 7 Excusas y obstáculos que te impiden iniciar el camino hacia la libertad financiera.
¿Cómo te comes un elefante? Bocado a bocado.
En enero lo único que sabía es que quería lograr mi libertad financiera, no sabía de que manera lo tenía que hacer, desconocía un montón de cosas sobre finanzas, y ni siquiera sabía como consultar mi cuenta bancaria.
Pero mi meta estaba clara. Así que empece a dar pequeños pasos. En este proceso he aprendido mucho, he cometido errores y todavía estoy lejos de mi objetivo, pero he ganado en mucha confianza.
Yo empecé leyendo libros, blogs, escuchando noticias de economía (que al principio me resultaban bastante pesadas de digerir) y preguntando mucho.
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