Adiós malrotación intestinal y todo lo que implica

Por fin vuelvo a sentarme cara al ordenador.

El pasado martes 4 de diciembre me levanté con un fuerte dolor de barriga, provocado por la acumulación de aire. Tengo que decir que durante muchos años he padecido de este problema. La diferencia es que esta vez el dolor no desaparecía y acabé yendo al hospital el jueves a las 5 de la mañana. Tras un montón de pruebas: radiografiá, ecografía, tac y colonoscopia, el médico determinó que tenía una obstrucción intestinal y que debía operarme para cortar el trozo de intestino grueso implicado en dicha obstrucción.

Asi que después de pasar todo el día en urgencias, a las 23:25 vi el reloj del quirófano mientras el anestesista me ponía una especie de mascarilla y después de 3 preguntas sobre mis hijos caí dormida. Dos horas después desperté con mucho dolor en la barriga.

La operación había salido bien, tuvieron que cortar 30 centímetros de intestino grueso y se encontraron con algo que no se había visto en ninguna de las pruebas, mis intestinos estaban mal colocados, esta era la causa de todos mis problemas desde que nací, y lo que había provocado la obstrucción intestinal.

Se llama malrotación intestinal. Durante el embarazo el feto pasa por tres fases de colocación de los intestinos, bueno pues yo me quede en la segunda y durante 39 años he sufrido las consecuencias de no terminar bien estas tres fases.

Normalmente las malrotaciones se detectan entre el primer mes y el primer año del bebe, pero como ves en mi caso ha costado un poco más. Por suerte el médico que me atendió en urgencias no se limitó a calmar el dolor y mandarme a casa, buscó la causa y encontró la solución.

Estoy enormemente agradecida a todo el equipo de profesionales que me ha atendido. Me siento muy afortunada. Ahora puedo decir “ADIOS DOLOR DE TRIPA”

Tengo que reconocer que cuando el médico me dijo que tenía que operarme tuve mi momento de miedo. Yo suelo ver siempre el lado bueno de las cosas pero tras la noticia sentí pánico durante unos minutos, imaginé que algo podía salir mal y me asusté. Pero yo sabía que era lo mejor, que podía resolver mi problema, pensé en la cosas buenas que iba a lograr y lo acepté.

Ahora aun noto molestias pero cada día me siento mejor que el día anterior. Sé que dentro de nada todo quedará en una anécdota como la de mi diente de leche y esto hará que todavía me sea más fácil sonreír a la vida, pues lo podré hacer sin dolor de barriga.

¡Sonríe a la vida y la vida te sonreirá!

Sonríe a la vida-Cumplir años me hace feliz


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Gracias por leer en Gana Dinero y Tiempo mi artículo “Adiós malrotación intestinal y todo lo que implica”.

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