El mes pasado le compramos a mi hijo unos patines en linea, llevaba mucho tiempo pidiéndolos y decidimos comprarlos.
Son unos patines que puedes agrandar o reducir con una palanca de tres posiciones. El caso es que en la posición más grande me sirven.
El segundo día que fuimos a patinar le pedí que me los dejara. Al principio iba un poco insegura, pero luego fui recordando como patinaba cuando era pequeña.
Me entraron unas ganas locas de comprarme unos para poder patinar. Así que le dije a Juan que para mi cumpleaños quería unos patines.
En estas semanas he cambiado de idea, como para mi cumpleaños todavía falta un mes, he tenido mucho tiempo para valorar si los compraba o no. Llevamos 3 semanas sin ir a patinar así que el uso que le daría a los patines no es tanto como yo pensé en el primer momento.
Cuando compras por impulso no analizas la compra que vas a realizar, como mucho te das razones de peso para seguir.
La ventaja que yo tuve es que no tenía la tienda al lado para comprarlo en ese mismo momento, y he tenido tiempo para valorar la compra que quería hacer.
Pero, ¿cómo puedes evitar la compra si estás en el lugar y el momento oportunos para hacerla?
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1. Pregúntate si realmente lo necesitas.
2. En el caso de ser un capricho, preguntate ¿Cuanto tiempo lo vas a disfrutar?, ¿con que frecuencia lo utilizarás?
3. A continuación valora si te compensa con el dinero que te vas a gastar.
4. Piensa si no hay nada más importante en lo que deberías gastar el dinero.
Yo analicé estas preguntas, como ya he dicho contaba con la ventaja de la distancia.
Quizá te pueda servir salir un momento de la tienda y plantearte las preguntas fuera, sin tener el producto delante. O si te es posible, realiza las compras por Internet como hacemos nosotros con Mercadona.
Inténtalo la próxima vez que salgas a comprar y cuéntame como te ha ido.
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