Controla y reduce los gastos hormiga

La mayoría de las veces a la hora de organizar nuestra economía tenemos en cuenta todos aquellos gastos fijos con los que contamos mes a mes. Por el contario obviamos todos aquellos desembolsos que hacemos a diario y que, aunque no son de un precio elevado, influyen en nuestro presupuesto mucho más de lo que parece. Son los llamados ‘gastos hormiga’.
Estos gastos a simple vista pueden pasar desapercibidos, como por ejemplo la compra diaria del periódico o el café que te tomas en el trabajo a media mañana, sin embargo, si apuntáramos en un papel la cantidad que gastamos en este tipo de compras, nos daríamos cuenta de que nos dejamos una gran suma de dinero. Se les denomina ‘gastos hormiga’ porque al igual que éstas se van llevando poco a poco pequeños trocitos de comida, con las finanzas personales ocurre lo mismo. Según algunos profesionales, afectan de manera inconsciente a la economía de las personas privándolas de otros beneficios como unas vacaciones.

Controla y reduce los gastos hormiga
En realidad, son gastos que hacemos más por costumbre que por necesidad. Podemos prescindir de ellos y es importante identificar qué artículos son los que generan este tipo de gastos para poder eliminarlos o cambiarlos. Para ello, se recomienda realizar un presupuesto mensual en el que se incluyan gastos que nos vemos obligados a pagar como la gasolina, la comida, el transporte, las letras que tengamos pendientes, la hipoteca, el móvil, etc y, por otra parte, los gastos hormiga, los cuales se pueden recortar de tal forma que se reduzcan y se obtenga un pequeño ahorro.
Además de identificarlos y contabilizarlos, otras formas que pueden ayudar a reducir este tipo de gastos puede ser:

  • Evitando las compras por impulso y el uso de la tarjeta de crédito o débito, ya que, además de ofrecer la posibilidad de gastar más, se llevan peor las cuentas de este tipo de compras.
  • Puede ser interesante también guardar en algún sitio el dinero que se iba a gastar en esas pequeñas cosas y/o dejar una cantidad fija para pequeños gastos y así no tener que reducirlos todos.
  • Establece una meta de ahorro para tener una motivación y crearte una disciplina.
  • Y evalúa pasado un tiempo cómo ha afectado a tu economía estos pequeños cambios.

Ángela Chicano – Bancomparador.com

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