Hoy te voy a contar una curiosidad. Un poco de culturilla sobre la especulación descontrolada que llevo al Crack de los Tulipanes en Holanda.
Según la versión tradicional los tulipanes se introdujeron en Europa procedentes de Turquía (antiguo imperio otomano) en el siglo XVI. Se atribuye la entrada a Ogier Ghislain de Busbecq, embajador austriaco en Turquía que además de embajador era un entusiasta floricultor. En 1544 cuando regresó a Europa se llevó a Viena algunos bulbos de tulipán.
Posteriormente, en 1593 Carolus Clusius destacado botánico dejó su trabajo en los Jardines Imperiales de Viena para trabajar como profesor de botánica en Leiden, Holanda, y se trajo consigo una colección de bulbos de tulipán. Estas flores crearon un gran entusiasmo e interés en los holandeses. Estaban fascinados con ellas.
El profesor, aprovechando el gran interés, empezó a vender los tulipanes que cultivaba en su invernadero a unos precios altísimos y los guardaba con mucho celo. Pero una noche unos ladrones asaltaron el invernadero y robaron los bulbos.
Las características del suelo de Holanda lo convertían en un lugar idóneo para cultivarlos y tras el robo de bulbos, éstos se extendieron por todo el territorio. Los tulipanes se convirtieron en un artículo de lujo y distinción.
Pero cuando realmente se convirtió en una locura especulativa fue cuando los tulipanes que originalmente eran monocromados empezaron a mutar y salieron variedades multicolores. Esta nueva variedad se debió a un parásito, un pulgón que trasmitía el virus (Tulip Breaking Potyvirus) a la planta, alterando su pigmentación.
Empezaron a surgir tulipanes aun más exóticos y los coleccionistas valoraban todavía más esta flor. Fue el comienzo de la tulipomanía, un periodo de gran euforia especulativa que dio lugar a una burbuja económica en los Países Bajos seguida de una crisis financiera. Es uno de los primeros fenómenos especulativos de masas que se conoce.
Durante la década de 1630 los precios crecieron y crecieron. Cada vez entraban más especuladores. Cuanto más se incrementaba su precio más interés tenían en comprarlos.
Era una inversión muy atractiva, no sólo para la gente adinerada, todo el mundo se había contagiado con la fiebre de los tulipanes. Nobles, artesanos, granjeros, sirvientes, llegaban a hipotecar sus casas con el objetivo de entrar en el mercado. Todos querían invertir en bulbos de tulipán.
Entre 1634 y 1637 hipotecaban sus casas, vendían sus bienes, joyas, tierras para comprar y vender tulipanes y hacerse ricos.
Se llegó a crear un mercado de futuros de bulbos, donde se vendían bulbos que se acababan de plantar o incluso que todavía no se habían plantado. Las transacciones se realizaban en tabernas al margen de la economía oficial.
Y en febrero de 1637 se realizó la última gran venta de tulipanes. Por un lote de 99 tulipanes se pago la cantidad de 90.000 florines. Al día siguiente el precio empezó a bajar y bajar. Ya nadie quería comprar y todos se volvían locos por vender.
Todos se habían endeudado por una flores que ahora valían menos que una cebolla. Fue la ruina para muchísimas familias y muchos bancos quebraron. Finalmente la economía holandesa entró en una gran depresión.
En fin, la euforia sin sentido de las masas los había llevado a comprar de manera irracional unos bulbos a precios desorbitados. Todos querían comerciar con los bulbos de Tulipán pues tenían la ilógica idea de que seguirían subiendo y subiendo.
Bueno pues si no lo conocías ahora ya sabes un poquito mas sobre el fenómeno de la Tulipomania. Si quieres puedes dejarme tus comentarios aquí debajo o mediante este formulario.