No pensar en el futuro es otro de los errores comunes en las finanzas personales.
Vives al día sin plantearte que pasara después, sin protegerte ante imprevistos, sin prepararte para cuando dejes de trabajar y tus ingresos se vean reducidos. Sin pensar donde quieres llegar.
La consecuencia de este error es que estás metido en lo que Robert Kiyosaki llama la rueda de la rata, trabajas, ganas, gastas y vuelta a empezar. Sin darte cuenta pasan los años y cada vez se hace más difícil, tienes más responsabilidades, más gastos y como no has establecido metas, sigues girando y girando en esa rueda. No estás preparado ni protegido ante situaciones imprevistas.
Yo no había pensado en mi jubilación, no había desarrollado ningún plan con vistas al futuro.
Cuando terminé la carrera y me puse a trabajar, no me planteé nada respecto a las finanzas. Tenía un empleo, que me daba un ingreso con el que pagar los gastos. Mi marido y yo procurábamos no gastar todo lo que ingresábamos, así que poco a poco algo ahorrábamos pero no lo hacíamos con ningún propósito y desde luego no habíamos pensado en que pasaría cuando dejáramos de trabajar, era algo tan lejano que no lo pensamos.
El caso es que yo suelo planificarlo todo con antelación, me gusta programarme las cosas dejármelas preparadas. Y entre las funciones que realizaba en mi trabajo estaba la de pensar posibles situaciones problemáticas y desarrollar estrategias para protegernos. Analizaba donde estábamos, definía donde queríamos estar, la forma de conseguirlo y lo poníamos en marcha.
Tenía la metodología muy clara sin embargo nunca se me ocurrió aplicarla a mis finanzas personales. No controlaba los gastos, me limitaba a archivar las facturas, no tenía un presupuesto, no sabía cuando me cargaban algunos recibos. No habíamos establecido ninguna estrategia, estábamos girando en la rueda de la rata que dice Robert Kiyosaki, pero ni siquiera lo sabíamos. Tampoco nos habíamos planteado como un objetivo donde queríamos estar. Como muchas personas, nosotros teníamos sueños, nada más. Así que sin saber donde estábamos y donde queríamos llegar es imposible decidir qué hacer.
Hasta 2009 estuve tranquila en mi ignorancia, me gustaba mi trabajo, me llevaba muy bien con mi jefe y con mis compañeros, y tenía la sensación de que allí iba a estar hasta mi jubilación. Pero afortunadamente cambió nuestra forma de ver las finanzas y se nos abrieron opciones, así que empecé a interesarme y a tomar control de nuestras finanzas personales.
Tuve algún tiempo para empezar a tomar el control antes de que en 2011 mi empresa realizara un ere de liquidación y yo junto con muchos otros compañeros fuéramos despedidos. Gracias a mi nueva forma de entender las finanzas empecé a ver las cosas desde otra perspectiva y me pude preparar, ya había empezado a ahorrar para crear mi fondo de emergencia, para invertir y para reducir deuda. Estaba pensando en el futuro, primero en un futuro cercano, porque me olía lo que iba a pasar pero también en un futuro lejano.
Nunca es tarde para cambiar, está claro que cuanto antes empiezas a pensar en tu futuro mejor lo tendrás para llegar a donde tú quieres, pero más vale empezar ahora que no hacerlo nunca.
En el siguiente vídeo te hablo de este error, las consecuencias y que hacer para solucionarlo.
Espero que te haya sido de utilidad.
Me encantaría conocer tu opinión, déjame tus comentarios aquí debajo o mediante este formulario.