Errores en finanzas personales: 6. Avalar en un préstamo

Errores en las finanzas personales - Avalar en un prestamo

Otro de los errores comunes en las finanzas personales es avalar en un préstamo.

Cuando decides avalar en un préstamo estás asumiendo el riesgo de pagar tú la deuda en caso de que la persona a la que avalas no pueda o no quiera hacerlo. Te conviertes en la garantía que el banco requiere para prestar ese dinero.

NOTA: Esta es la sexta entrega de la serie sobre errores comunes en las finanzas personales. He creado esta serie de artículos con el fin de aprender a detectar los errores, a conocer las consecuencias y a ver posibles soluciones para mejorar la situación financiera

Errores en las finanzas personales - Avalar en un préstamo
Errores en las finanzas personales – Avalar en un préstamo

Un banco es un negocio. Tiene un producto (dinero) y lo “vende” para obtener beneficios. El negocio del banco es “vender” (prestar) dinero a un precio mayor, los intereses añadidos. En estos intereses está su beneficio. Si no tiene garantías de recuperar su dinero más el beneficio que requiere su negocio, entonces no “vende” o presta su producto. Es como cualquier otro negocio.

Cuando una persona pide un préstamo, el banco analiza la solvencia de esta persona. Mira sus ingresos, su tipo de trabajo, el tiempo que lleva como cliente de esa entidad financiera, … Y según este análisis determina si le concede el préstamo o no lo hace.

Si las condiciones del solicitante dejan dudas de su capacidad para devolver el préstamo, entonces el banco pide un aval para tener garantía de recuperar el dinero prestado más los intereses. Es la forma de asegurarse.

Cuando el solicitante no dispone de ningún bien con el que poder avalar, entonces busca a otra persona o personas que le avalen.

La consecuencia de decidir avalar en un préstamo es que te comprometes con tus bienes a pagar la deuda si el titular del préstamo no puede hacerlo.

Por mucho que quieras ayudar a la persona que te está pidiendo que la avales, el hacerlo puede convertirse en un problema muy serio para ti. Estás poniendo en peligro tus finanzas y tu tranquilidad.

Si ya has avalado no hay remedio, estás comprometido hasta que el préstamo termine de pagarse. Y si el titular por cualquier circunstancia no puede o no quiere pagar, el banco te reclamará que lo pagues tú, pues para eso has decidido avalarlo.

Lo que debes hacer es evitar ser el aval en un préstamo, sea quien sea el que te lo pida. Se pueden buscar alternativas que no requieran que tú sacrifiques tu tranquilidad para que otro consiga lo que quiere. Ayúdale a encontrarlas pero no comentas el error de avalar.

En el siguiente vídeo te hablo de este error, la consecuencia que tiene avalar en un préstamo y que hacer.

Espero que te haya sido de utilidad.

Me encantaría conocer tu opinión, déjame un comentario con tus dudas o sugerencias.

¡Un fuerte abrazo!
Inma Ruiz
Inma Ruiz

Gracias por leer en Gana Dinero y Tiempo mi artículo “Errores en finanzas personales: 6. Avalar en un préstamo”

2 comentarios en “Errores en finanzas personales: 6. Avalar en un préstamo”

  1. Avalar es como casarte con alguien… pero sin posibilidad de divorcio. Como dices, probablemente será una de las relaciones más “estables” de nuestro ordenamiento jurídico.

    Lo de avalar a amigos o parejas es algo que yo veo IMPOSIBLE. ¿Pero que pasa con los padres? Hoy en día si un hijo se quiere independizar casi siempre le pedirán aval.

    En mi opinión la solución de ese caso sería no comprar casa sino alquilar pero bueno… no todo el mundo tomará esa decisión.

    ¿Tu que crees?

    1. Hola Alfonso, estoy totalmente de acuerdo contigo.
      Para independizarse no es necesario que tengas una casa en propiedad.
      No sé porque tenemos en la cabeza que es necesario comprar, bueno mejor dicho, que es necesario endeudarse hasta los ojos para crearnos la falsa ilusión de tener una casa propia.
      Yo me casé sin tener piso. Lo decidimos en enero y nos casamos en octubre y pese a que mucha gente nos dijo que alquilar era tirar el dinero pues la mensualidad de la hipoteca era muy similar a la de un alquiler, nuestra situación no lo permitía y no nos parecía justo que nuestros padres tuvieran que cargar con nuestros caprichos.
      Creo que habría sido muy egoísta por mi parte pedirles a mis padres que me avalaran poniendo en riesgo lo que ellos habían logrado, simplemente para que yo tuviera una casa. Además lo que quería era vivir con mi marido, el lugar me daba lo mismo.
      Así que estuvimos de alquiler durante el primer año. Luego las cosas se estabilizaron y compramos un piso de segunda mano pues el banco nos concedió el préstamo sin tener que pedir a nadie que nos avalará.
      Si fuera ahora me pensaría mejor el meterme en una hipoteca, pero cuando lo hicimos no pensé demasiado en las consecuencias. Era lo que todo el mundo hacia, y reconozco que es más sencillo seguir la corriente.
      El alquiler es una buenísima opción y la principal ventaja es que no tienes cargas que te quiten el sueño.
      Pero esa sólo es mi opinión.
      Muchas gracias por tu comentario.
      Un fuerte abrazo,
      Inma.

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