Cuando leí “El Secreto” cambiaron muchas cosas en mi manera de ver la vida.
Siempre me he considerado una persona positiva y optimista, y en muchas ocasiones al detenerme y observar todo lo que me rodea, me he sentido y me siento una persona muy afortunada.
El Secreto me dio la clave de porque me sentía afortunada, se lo debo a mi forma de ver el mundo.
Es algo que he hecho de forma inconsciente, pero ahora que conozco la ley de la atracción la tengo presente de manera continua, y la aplico diariamente.
Ahora observo como me siento y si no es un sentimiento bueno, me pregunto cual es el pensamiento que hay en mi cabeza y lo sustituyo por otro que me haga sentir bien.
Un truco que he aprendido con el Secreto es el de la gratitud.
Dar las gracias por todo lo bueno que tienes hace que entres en una energía muy positiva y te sientes bien. Como lo que sientes de forma continuada es lo que atraes, la mejor forma de atraer cosas buenas es sentirte bien.
Hace unos meses escribí en el blog un agradecimiento personal hacia una persona importantísima en mi vida y que ha influido enormemente en que me convirtiera en la persona que soy.
También he compartido lo que hago por las mañanas al despertarme, con mi frase motivadora que me carga de energía: Gracias, soy feliz. Hoy elijo sonreír.
Hoy voy a contar algo que llevo haciendo varios meses. La idea, como no, salió de El secreto.
Antes de leerlo, cuando llegaba a casa me costaba muchísimo aparcar, tenía que dar un montón de vueltas, esperar y esperar.
Reconozco que ya salía del trabajo pensando que no iba a encontrar sitio y cuando recogía a mis hijos en casa de sus abuelos, seguía con la idea de que me costaría aparcar.
Bueno, pues quise poner la ley de la atracción en mi favor en lugar de en mi contra. Cambié de forma consciente mi actitud, empecé a dar las gracias cada vez que encontraba un sitio para aparcar.
A los pocos días empezaba a dar las gracias por el sitio que el universo me iba a dar, me sentía enormemente agradecida por lo que iba a recibir, visualizaba como me sentía al aparcar el coche bajo de mi casa y sin tener que esperar. Y al llegar, ahí estaba mi sitio esperándome.
Puede que pienses que es una chorrada, un producto del azar, no voy a discutirlo, simplemente quiero compartirlo, porque creo que las cosas buenas al compartirlas producen más cosas buenas.
A mi me funciona y no necesito cuestionarme si es suerte, atracción o casualidad, que más da, si obtengo lo que quiero.
Al volver a trabajar después del ERE temporal, una compañera del trabajo me dijo:
-
Inma ¿sabes que ahora ponemos en práctica lo que me dijiste hace unos meses del Secreto, para aparcar el coche? Mi pareja y yo antes de llegar a casa o a cualquier sitio donde tenemos que dejar el coche, empezamos a dar las gracias por el aparcamiento y oye, funciona, ha sido un acierto que me lo dijeras.
En fin, seguro que habrá quien piense que estoy tonta, pero me da lo mismo, yo sé que la ley de la atracción existe, y cada día con mi actitud la utilizo a mi favor.
Si tu también pones la ley de la atracción a tu favor, te animo a que me dejes un comentario contándome que haces, todas las ideas son bien recibidas.
¡Sonríe a la vida y la vida te sonreirá!
Hola Inma!
Me encanta tu post. Adoro y amo la Ley de la Atracción. Sobretodo cuando funciona a mi favor jaja No olvidemos que al igual que funciona para bien lo puede hacer para todo lo contrario…pero para que eso no suceda estamos nosotros mismos y nuestro poder de cambiar nuestra actitud. Simplemente es maravillosa! Desde muy pequeña siempre he sido muy afortunada, la gente incluso me lo decía y meblo sigue diciendo, y cuando leí El Secreto y más libros de la Ley de la Atracción me di cuenta de que había sido yo misma la que había hecho tener esa “suerte”. Incluso cuando me pasaba algo no tan bueno también entendí por qué (por suerte estos últimos fueron pocos). Afortunadamente esta Ley la podemos utilizar a nuestro favor. Es cierto, Inma, con la gratitud atraemos milagros. Muchísimas gracias por este maravilloso post. Encantada de haberte encontrado. Te mando un fuerte abrazo y gracias por compartir tu experiencia.