¿Sabes qué es un crédito?

Es fácil confundir crédito y préstamo, en ambos casos podemos disponer de un dinero que no es nuestro, y que luego devolveremos añadiendo seguramente el pago de unos intereses.

La palabra crédito proviene de credititus del latín que significa “cosa confiada”. De forma que crédito viene a decir que se tiene confianza.

En un crédito la parte acreedora confía en que la parte deudora devolverá en el futuro lo que ahora le está dejando. Confía en la solvencia del deudor.

El ejemplo más claro lo tenemos con las tarjetas de crédito. El banco nos da un crédito al mes de x dinero, por ejemplo 1000 €. Todas las compras que hacemos pagando con la tarjeta hasta un máximo de 1000€ las paga el banco y confía en que al acabar el plazo establecido le devolveremos el dinero que él adelantó.

Yo realizo las compras durante este mes con mi tarjeta, es decir, el banco (Acreedor) paga todo lo que he comprado, el día 1 del mes siguiente yo (deudor) le pago a mi banco.

Si no me demoro en el pago, no tengo que pagar intereses, sólo pago lo que antes me adelantó el banco.

Lo que si que puede pasar es que tenga que pagar unas cuotas de mantenimiento de la tarjeta, aunque algunos bancos ya no cobran por este servicio.

Para obtener un crédito se establece un contrato en el que se indican las condiciones, límite de crédito que te otorgan, como se devolverá, los plazos, si tendrá o no intereses.

Una vez definido el crédito del que se dispone, la parte deudora es la que administra ese dinero.

Aunque dispongamos de un crédito de x dinero, en caso de tener que pagar intereses sólo se pagarían sobre la parte del crédito utilizada. Por ejemplo me dan un crédito de 2000 €, a devolver a 60€ cada mes, con unos intereses. Si sólo he utilizado 900€ de la cantidad total, sólo pagaré intereses por esa parte. Los otros 1100 € están disponibles pero de ellos no pago intereses mientras no los utilice.

Nosotros al principio de casarnos echamos mano de una de estas tarjetas oro de crédito. No recuerdo cuanto dinero llegamos a utilizar pero si que recuerdo que devolvíamos 90 € y que una buena parte se iba al pago de intereses. En cuanto terminamos de pagarlo no la volvimos a utilizar.

Y desde luego con lo que sé ahora de deuda mala y deuda buena no me interesa en absoluto hacer uso de este tipo de créditos.

El crédito está destinado a cubrir gastos extraordinarios que tenemos que hacer un un momento puntual. Suelen ser de cantidades pequeñas, en comparación con el préstamo. En fin que al utilizarlos nos estamos cargando de deuda mala para pagar pasivos.

En cambio, los prestamos, aunque los solemos utilizar para la adquisición de nuestra vivienda, que también es deuda mala, podemos hacer un buenísimo uso de ellos para adquirir activos que nos den ingresos pasivos, por ejemplo comprando inmuebles que luego alquilamos.

En estos casos hacemos uso del apalancamiento del que ya hablé hace algunas semanas. Esto si que es hacer un uso acertado del prestamo.

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