Si hoy fuese el último día de mi vida, ¿querría hacer lo que voy a hacer hoy?
Desde que vi el discurso que hizo Steve Jobs en la Universidad de Stanford, esta pregunta me ronda por la cabeza con bastante frecuencia.
Me asusta pensar que mi último día llegará. Y lo que menos quiero que ocurra es que llegado el momento sienta que me han faltado cosas por hacer y que he malgastado mi tiempo.
Tengo muchas ideas enfrentadas, por un lado está mi responsabilidad, las cosas que debo hacer porque son obligación mía, y por otro las que quiero hacer.
He reflexionado sobre mi vida. Durante un tiempo pensé que quería hacer algo importante, algo por lo que ser recordada cuando ya no estuviera aquí, ser una mujer de éxito, pensaba que si me esforzaba mucho en mi trabajo llegaría a tener cierto reconocimiento, pero afortunadamente ese pensamiento ha cambiado.
Mi tiempo aquí es insignificante respecto al tiempo de la tierra y mi vida no significa nada para la gran mayoría del mundo, pero significa un montón para mis hijos, mi marido, mis padres, para la gente que está cerca de mi, y ellos lo son todo para mi.
Aunque hay cosas que debo hacer y a las que tengo que dedicar parte de mi tiempo, no quiero perderme las otras, las que me dan verdadera felicidad, las que llegado el día no quiero lamentarme por no haber hecho.
Cada día es una oportunidad de ser feliz, de vivir plenamente.
Además de elegir ser feliz, que es mi decisión desde el momento que me despierto, quiero que cada día sea un gran tesoro y vivirlo al máximo, no lo puedo dejar pasar.
Siento haberme puesto un poco melancólica. Después del golpe que tuve con el coche, y del discurso de Steve Jobs, me ha dado por pensar en la vida y en la muerte. Al fin y al cabo, la muerte es nuestro destino, no la puedo esquivar, pero si que puedo decidir como vivir mi vida. En mis manos está la elección de ser feliz.
¡Sonríe a la vida y la vida te sonreirá!
¿Te ha gustado? Ayúdame compartiéndolo con tus amigos. Haz clic en el botón de me gusta de Facebook o al de Retweet de Twitter. Gracias por leer Gana Dinero y Tiempo.
Hola Inma,
Me encantó tu reflexión. Yo siempre he pensado que la vida se debe vivir con plenitud, y uno debe aprender a disfrutar no sólo las cosas buenas, sino las malas porque son parte de la vida y de éstas se aprende mucho.
Creo que uno debe vivir todos los días como si fueran el último. Mucha gente piensa que si hoy fuera su último día, haría lo que nunca ha hecho: se tirarían en paracaídas, harían un paseo el globo, etc.
Yo pienso que el último día de mi vida haría lo que hago hoy, que es disfrutar a mi familia y a lo que me importa, que es en lo que me he enfocado siempre. Si hay cosas que no he hecho es porque en realidad no son tan importantes, y jamás podría vivir arrepentido de no haberlas hecho.
Un abrazo,
Joan
Hola Joan,
Desde luego esa es la mejor actitud que se puede tener, sacarle partido a todo, a lo que te gusta resulta más fácil, pero saber disfrutar de todo lo que haces, incluso de limpiar la casa, te da muchas más satisfacciones, consigues hacer la tarea mejor y vives plenamente cada instante.
Es estupendo que lo que desearías hacer si fuera tu último día sea exactamente lo que haces todos los días. Eso si que es hacer lo que uno quiere, y no llegar con arrepentimientos.
Felicidades.
Un saludo,
Inma.