El martes fue el último día de colegio. Ayer pasamos todo el día con mis sobrinas en el parque y jugando en casa. Así que hoy es el primer día que no teníamos nada organizado.
Estar en casa con dos niños pequeños de 8 y 5 años y sin un plan de que hacer, no es nada divertido. Por esa razón mientras desayunaba he decidido que íbamos a preparar un horario de actividades, para que mis hijos disfrutaran de todo lo que quieren hacer en el verano, hicieran sus deberes con alegría y todos aprovecháramos el tiempo.
Así que les he pedido que hicieran una lista con todo lo que quieren hacer. Mi hijo al principio era reacio, le daba pereza pensar que quería hacer y además prefería no fijar nada por si no le apetecía seguir el horario. Después de explicarle que de esta forma sería más fácil poder jugar y hacer todo lo que querían y que además era un horario flexible, ha accedido. Para implicarlos más ha sido mi hijo el que ha escrito la lista.
Parece que en vacaciones es un rollo tener planificado cada día, pero nosotros llevamos dos años organizando que hacer, no con un horario como pretendo hacer ahora, era más bien un plan de actividades diario, con flexibilidad para cambiar lo que hiciera falta, pero así conseguimos ver y hacer un montón de cosas, de otra forma el día se pasa y no lo has disfrutado. Este año como estoy yo con ellos (gracias al ERE Temporal) y quieren hacer un montón de cosas, he creído conveniente dar un paso más y establecer un horario, no con la idea de estresarnos para cumplirlo, es más bien para que me sirva de guía.
Últimamente no dejo de ver en todo lo que hago la relación con mi búsqueda hacia la libertad financiera.
Para alcanzar cualquier meta, (disfrutar de las vacaciones, conseguir la libertad financiera, deshacerse de la deuda, estar en forma, bajar de peso,…) es necesario hacer una planificación.
En la planificación:
- 1. Se definen los objetivos o metas que se desean alcanzar.
2. Se eligen los medios para alcanzar los objetivos.
3. Antes de empezar a actuar se traza un plan con los pasos a dar para llegar al punto donde queremos partiendo de la situación actual. En este plan hay que decidir:
- qué hacer,
quién lo tiene que hacer,
cómo tendrá que hacerlo
y cuando
4. Tras definir el plan hay que ponerlo en marcha.
5. Hacer un seguimiento para controlar que no nos desviamos del plan.
Si nos quedamos sólo con el objetivo y no hacemos una planificación, o incluso la preparamos pero nunca ejecutamos el plan sólo tendremos bonitos deseos difíciles de alcanzar.
¿Has alcanzado alguna meta sin haber pensado y planificado cómo conseguirla?